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«Miopía y astigmatismo, los problemas oculares más comunes en la infancia, por eso desde el nacimiento, es esencial seguir las medidas preventivas», señaló Gerardo Gleason
La salud visual de los niños es un aspecto crucial que a menudo pasa desapercibido hasta que se manifiestan problemas en el rendimiento escolar, por lo que en este regreso a clases es recomendable programar una visita con el oftalmólogo para saber cómo está la visión de los pequeños.
Los problemas visuales más comunes, que se estima afectan hasta al 5% de los infantes, son la miopía y el astigmatismo. La miopía es un defecto refractivo que provoca dificultad para ver objetos lejanos con claridad, y el astigmatismo causa visión borrosa tanto de cerca como de lejos.
La detección temprana de estos problemas visuales es fundamental. De hecho, la Norma Oficial Mexicana Nom-034-SSA2-2002 establece que todos los recién nacidos deben ser examinados por un oftalmólogo para detectar cualquier anomalía visual desde el nacimiento. Y, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Pediatría (AMP), se recomienda una revisión a los dos años de edad y antes de iniciar la actividad escolar para prevenir diagnósticos tardíos, que suelen ocurrir entre los 8 y 10 años.
«Desde el nacimiento, es esencial seguir las medidas preventivas establecidas para proteger la salud visual de los niños que incluyen, además de los exámenes oftalmológicos regulares, la observación de síntomas como visión borrosa, dificultad para enfocar, y fatiga visual», dijo Gerardo Gleason, director general de Medical Dimegar, empresa líder en soluciones de alta tecnología para cirugías oftalmológicas.
Además, es relevante fomentar hábitos saludables en el uso de dispositivos electrónicos e incluso evitar su uso antes de los cinco años de edad. Establecer límites de tiempo y promover descansos regulares de estos aparatos puede reducir el riesgo de desarrollar miopía y otros problemas visuales. También es beneficioso animar a los niños a pasar tiempo al aire libre, ya que la exposición a la luz natural puede ayudar a mantener una buena salud ocular.
«Con el regreso a clases, es importante que los padres y maestros estén atentos a cualquier señal de problemas visuales en los niños. Un rendimiento académico bajo puede ser un indicativo de dificultades para ver la pizarra o leer libros. Programar una revisión oftalmológica antes del inicio del ciclo escolar puede ayudar a identificar y corregir problemas visuales a tiempo, asegurando que los niños tengan las mejores condiciones para aprender», agregó Gleason.
Cuidar la visión de los niños desde temprana edad es vital para su desarrollo y rendimiento escolar. La detección temprana y las medidas preventivas pueden hacer una gran diferencia en la salud visual de los más pequeños.
Fuente Comunicae